Mi Querido Yerno.
Edgar amigo mió, tu recuerdo es mi resiente gran raspón, si no me meneo y no te pienso me calmo, medio, me meneo y te pienso y de inmediato me vuelves a doler, y a veces con mas intensidad y ardor que en los primeros ocho días, de el fulminante ataque a mi alma que tu abominable y cobarde asesinato me causo, por que necesitaron ocho asquerosas ratas en una emboscada a traición , para poder quitarte tu valiosísima vida, mi muy amado tigre.
Te pienso y por momentos no creo que ya no estés materialmente con nosotros porque en nuestra mente eternamente vivirás , como un rayo de luz, amor, alegría, optimismo y perseverancia, digna a seguir como ejemplo siempre mas temprano que tarde. Amigo mió Juntos volveremos a estar y tardes enteras como lo hacíamos, todos los domingos peleando gallos, blanqueando y de política hablando, en un gran solar donde quepan tus cien gallos y cincuenta gallinas de pelea volveremos juntos a estar.
Todavía no te e podido poner en el altar de mis buenos recuerdos, pues no he aceptado tu muerte claramente esta en mi mente, la noche que me fuiste a recoger pues estaba tirado en la calle frente a la pizza Italia en santa tecla, Había tenido un accidente en moto y me llevaste corriendo al hospital militar y me decías muy angustiado que “sentís, que sentís, Tavo”. Pues creías que ya me estaba palmando.
Me sentía tan orgulloso de ti, Que algunos de mis amigos les decía que eras mi hijo.
Tu suegro que jamás te olvidara.
V.Vila “El guanaco”.
